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El holocausto en el cine y el hijo de Saúl.
El cine y las series y su relación con la política.
ARTÍCULO: EL CINE Y LAS SERIES Y SU RELACIÓN CON LA POLÍTICA ACTUAL.
Muy recientemente he tenido la ocasión de ver una película pequeña en presupuesto y acotación
geográfica, pero especialmente singular y diferente en el panorama cinematográfico, un tanto
estático, de nuestro país.
Se trata de B, de David Ilundain, que ilustra la comparecencia y declaración del ex tesorero del PP y presunto delincuente, (hay que respetar la presunción de inocencia), Luis Bárcenas.
Esta es una película basada en una obra teatral precedente, titulada Ruz-Bárcenas, de Jordi Casanova.
La acción se sitúa en un momento especialmente convulso y complicado, no sólo para el partido en el gobierno, sino también para la Historia de España, inmersa en una fuerte y terrible crisis, sumergidas en la misma por aquel entonces y de la que todavía estamos padeciendo sus efectos.
Es verano del año 2013, concretamente el 15 de julio, y el antiguo tesorero del Partido Popular da un giro inesperado en relación al caso y escándalo de su presunta financiación, conocido coloquialmente como, valga la redundancia, el caso de los papeles de Bárcenas.
Hasta ese día, y tras dieciocho jornadas en prisión, había negado toda relación con los famosos papeles publicados por un conocido periódico de tirada nacional, que llevan su nombre,
Sin embargo, transcurrido ese período de tiempo, no sólo Bárcenas afirmó que esos papeles de la presunta contabilidad B o en negro del Partido Popular eran suyos, sino que también y ante la sorpresa mayúscula del juez Ruz y de la sala de la Audiencia Nacional donde estaba siendo juzgado, cambió su declaración, aportando un amplio y extenso material documental, tanto en soporte físico como informático.
Esta es una película que retrata fielmente todo lo que aconteció ese fatídico día, con una muy cuidada puesta en escena, así como con una interpretación sobresaliente, brillante, de Luis Bárcenas, por parte del actor Pedro Casablanc, que aporta todos los matices necesarios para mimetizarse de forma asombrosa, con el personaje, (nunca mejor dicho)al que está encarnando, con su oratoria ágil y veloz, así como con sus descontrolados tics nerviosos.
La verdad es que cuando tuve noticia de que iba a realizarse una película así, de esta temática, en España, me costaba creerlo.
De otros países nos han llegado series que han obtenido gran repercusión, como son los casos de El ala oeste de la Casa Blanca, escrita por uno de los mejores guionistas del momento, Aaron Sorkin. Asi como House of cards, que en este punto aclaro que antes de la versión yanquyi, bajo la batuta de David Fincher y las brillantes interpretaciones de Kevin Spacey y Robin Wright, tuvo la primigenia producida por la BBC, (y que en opinión del que esto escribe, es incluso mejor). Y una tercera serie de la que no me quiero olvidar es la danesa Borgen.
Estas series y alguna más hacen un retrato muy adecuado y ajustado de lo que es el proceloso e imprevisible mundo de la política, con sus movimientos tácticos para desacreditar a los adversarios y rivales, sus engaños y traiciones, corruptelas, así como también lo difícil y complejo que resulta para la mayoría de los políticos y cargos públicos el hecho de poder compatibilizar adecuadamente su vida profesional con la familiar, (el tan traído y llevado término de la conciliación).
Como anécdota, recuerdo que hace menos de un año, le preguntaron a un joven director español afincado en Hollywood sobre una serie que fuera completamente diferente y nueva a las que se han venido realizando hasta ahora en España y él respondió al periodista que no estaría mal una que fuera parecida o del estilo de House of cards, dado que la corrupción es un tema que está a la orden del día en España y podría dar mucho juego.
El problema, en mi opinión, es que no concurren las condiciones y el clima de permisividad necesario y suficiente en este país como para realizar una serie así.
Si bien hemos tenido un intento loable en este sentido, como ha sido Crematorio. Esta es una serie más concentrada y que también se centra más en la corrupción urbanística, propiciada por los promotores inmobiliarios y los constructores, durante la época de la denominada burbuja inmobiliaria, que en en la corrupción política propiamente dicha.
Y en este diagnóstico coincidí con un compañero escritor durante la celebración del día del libro del año pasado.
Los poderes fácticos y mediáticos no permitirían una serie que supusiera un amplio Tratado de lo que es y ha sido una de las grandes lacras de este país, junto al paro y el terrorismo, la corrupción, y no ya tan sólo de estos últimos años, sino también desde la instauración de la democracia.
Por tanto, seguramente no habrá series dedicadas a los grandes casos y escándalos de corrupción que han asolado España, como Filesa, los GAL y los fondos reservados, la trama Gurtel, los ERES y los cursos de formación en Andalucía, el caso de la familia o clan Pujol en Cataluña, etcétera.
Y desde luego que adaptarlos, tanto a la pantalla grande como a la chica, daría mucho juego, resultaría harto estimulante e incluso podría contribuir a impulsar una mayor madurez democrática.
Pero hay que desengañarse, pues esto no se va a dar. Quién sabe si se hará en o dentro de unas décadas…
De momento, y no es poco, como se dice vulgarmente, nos podemos dar con un canto en los dientes viendo una película como B que, desde luego, recomiendo desde estas líneas, pues pocas veces la ficción, tomando como punto de partida un hecho real, ha sido y resultado tan convincente y redonda.
La evolución del cine bélico a partir de la guerra de Vietnam.
LA EVOLUCIÓN DEL CINE BÉLICO A PARTIR DE LA GUERRA DE VIETNAM.
El Rey Arturo en el cine.
Si hay una historia mítica y legendaria acontecida en el Occidente europeo esa es, y con muchos
cuerpos de ventaja, la del Rey Arturo y sus caballeros de la mesa o tabla redonda, la de su bella
esposa Ginebra y su caballero de confianza y mejor amigo, Lanzarote del Lago, (que vino allende los
mares, de la actual Francia, y que al convertirse en el amante de Ginebra, desencadeno la crisis que
llevaría al trágico final de la mágica y esplendorosa Camelot), la del inteligente y maquiavélico
druida y mago Merlín y la pérfida y malvada Morgana, la del ambicioso Rey Uther Pendragon, (padre
de Arturo), y el cruel Mordred, (hijo de Arturo), así como de tantos honorables e inolvidables
caballeros: Galahad, Perceval, Bors, Tristán, Gawain, etcétera.
Finalmente, fue Peter Jackson el que bastantes años más tarde y contando con un impresionante presupuesto, realizó una trilogía basada en los libros de Tolkien.
Poco más tarde, Antoine Fuqua dirigió otra versión que se inclinaba por la teoría, tampoco
descartable, de que Arturo fue, en realidad, un General romano que lideraba como Comandante a un contingente de la caballería sármata.
Es otra cinta, plenamente aventurera y entretenida, protagonizada por Clive Owen y Keira Knightley,
La última película sobre el mito de Arturo, aunque también se aleja un tanto tangencialmente del
mismo, es La última legión, dirigida por Doug Lefler.En este caso, la historia alude al último, valga la
redundancia, Emperador romano de la historia de Occidente, Rómulo Augústulo, que es depuesto
por el líder bárbaro Odoacro, que lo aprisiona en Capri, donde es rescatado por el fiel General Aurelio.
Los protagonistas viajan a Gran Bretaña, donde se ponen al mando de la mítica IX legión,
convirtiéndose Rómulo en el Rey Uther, el padre de Arturo.
La última legión es otra entretenida y trepidante película, como El primer caballero y El Rey Arturo.
Respecto a las series emitidas por la televisión, hay que destacar Las brumas de Avalon, (miniserie de
la TNT); Merlín, (producida por la BBC). Y Camelot, (producida por el canal de pago Starz e
impulsada por el creador de Los Tudor, Michael Hirst).
Para concluir, indicar que en el verano del 2016 se estrenará una nueva aproximación al Rey Arturo,
dirigida por Guy Ritchie, y cuya intención es convertir la historia del mítico caudillo britano en una saga de seis películas.
El Rey Arturo, que murió junto a su hijo y enemigo Mordred en la decisiva batalla de Camlan, fue
transportado hasta la mítica y neblinosa Avalon, donde reposa de sus heridas y que, según la leyenda,
volverá cuando Inglaterra lo demande.
Arturo, el Rey que fue y será.